En la 37ª edición de los Premios Goya Telmo Irureta, quien tiene parálisis cerebral, se llevó el Goya al mejor actor revelación por su trabajo en la película ‘La Consagración de la primavera’, donde encarna a David, un joven con parálisis cerebral que conoce a Laura y tienen una relación íntima que transforma sus vidas.
Telmo subió con su silla de ruedas al escenario y dijo: «Estoy muy contento, algo bloqueado… la verdad es que lo llevaba todo muy preparado, pero luego me puse nervioso e improvisé algunas palabras”. Agradeció a David, su personaje en la película: “es un guiño al derecho a la sexualidad de las personas con discapacidad. Nosotros también existimos y también follamos».
Irureta superó a sus rivales como Jordi Pujol Dolcet y Albert Bosch, nominados por ’Alcarrás’, Mikel Bustamante por ’Cinco lobitos’ y Christian Checa, por la película ‘En los márgenes’.